El logo… ¿Basta con que sea bonito?

El logo… ¿Basta con que sea bonito?

El principal error

El error más común a la hora de desarrollar un logotipo es dejarse llevar por gustos personales. Nuestro logotipo como símbolo de identidad debe identificarnos, eso es cierto, pero también es muy cierto y en ocasiones es inclusive más importante que el logotipo esté alineado a los gustos y necesidades de los clientes potenciales, que lo perciban como adecuado a los productos o servicios que ofrecemos. Una buena identidad gráfica habla mucho de que tan en serio nos tomamos nuestro trabajo, de que tanto nos preocupamos por los detalles y además, transmitir  profesionalismo y confianza.

¿Por qué alguien necesita un logotipo?

Toda persona o empresa que quiera tener presencia en el mercado necesita una representación visual que comunique lo que quiere que ese mercado piense de el/ella. La marca es el paraguas de toda la vida de tu empresa o negocio y si esa marca falla todo se viene abajo tarde o temprano, por eso es importante acudir a un profesional formado especialmente en el diseño que te dará la mejor asesoría en cuanto al nombre y concepto de tu marca, la elección de los colores pantone, el cálculo y diseño tipográfico, la composición, la respuesta de los materiales de reproducción y soporte de las aplicaciones que necesite tu marca, garantizándote que siempre obtendrás un óptimo resultado. Tomarse en serio las cosas referente al desarrollo de tu logotipo es el primer paso para que tus potenciales clientes te tomen en serio.

Después de esta breve introducción pasemos a la lista de las 10 cosas que debemos tomar en cuenta a la hora de desarrollar un logotipo:

Debe ser reconocible

El logotipo es la carta de presentación que tus potenciales clientes ven antes que nada, por lo tanto debe ser de rápida comprensión y ser reconocible por lo que debe estar basado en formas simples (cuanto más simples mejor) y el color ideal (ojo, date cuenta que hablo en singular), los costos de producción en ocasiones se elevan por pequeños detalles como estos cuando no se cuidan desde el principio.

Uno de los logos más reconocibles del mercado.

Versátil y adaptable

El logotipo es el elemento más importante de tu marca, este será utilizado en todo tipo de medios (físicos y digitales) por lo que debe estar preparado para todos los posibles usos que se requieran.

Las posibles aplicaciones de un logotipo son muy variadas.

Fácil de recordar

Los colores y las formas nos permiten evocar sentimientos y emociones aprovechándonos de la basta lista de experiencias que los seres humanos recopilamos durante nuestra vida e incluso de aquellas que desde hace miles de años traemos «precargados» en nuestro «sistema operativo», la perfecta combinación de colores y formas nos permitirá dar sentido a nuestro logotipo y por consecuencia a toda nuestra línea gráfica.

Las improntas grabadas en nuestra infancia nos permiten recordar esta marca.

¿Por qué?, ¿A quién? y ¿Para qué?

Es de vital importancia que se puedan responder estas preguntas antes de iniciar el desarrollo de un logotipo:

  1. ¿Por qué se necesita un logotipo?
  2. ¿A quién irá dirigido el mensaje?
  3. ¿Cuál es el propósito del mismo?

Estas preguntas son básicas para obtener la información mínima requerida para comenzar la conceptualización de una idea, obviamente no es la única información que se requiere pues un diseñador profesional trabaja en base a un brief que contiene toda la información necesaria que el cliente pueda proporcionar, este brief es algo así como el ADN de la marca y es ese ADN el que permite conocer a detalle las necesidades del reto y permite la investigación, síntesis, análisis y conceptualización de la solución a la necesidad de comunicación.

El brief nos facilita descubrir el ADN de una marca.

Debe ser atemporal

Aunque el tiempo transcurra, un logotipo debe tener un diseño vigente en todo momento que dé la sensación de que este no pasa de moda, en ocasiones cada cierto tiempo es necesario realizar algunos ajustes, cuando un logotipo está bien echo estos cambios son mínimos, en otros pocos casos se puede justificar una renovación pero esto representa un problema pues se puede perder la confianza de los clientes al diluirse la relación de la marca con el logotipo, en estos casos es necesaria una campaña de reposicionamiento, pero en muchos de estos casos este reposicionamiento regularmente está considerado desde un principio.

Un logotipo que no pasa de moda.

Debe funcionar monocromáticamente

Si el logotipo cumple esta regla es una buena señal pues demostrará que el proceso de diseño y las metodologías usadas son las correctas y que está preparado para ser utilizado y empleado en cualquier medio, soporte o sustrato, y lo más importante, que es fácil de entender. Un buen logotipo no necesita de sombras o efectos especiales para atraer miradas, lo simple siempre será lo mejor, un buen logotipo comunica eficazmente gracias a su excelente concepción.

Simple, sencillo, monocromático.

Debe impresionar y seducir

Lo ideal es que las cualidades de la empresa sean observadas en su logotipo, si un logotipo es original la lógica es que la empresa lo sea también, un buen logotipo habla por si mismo, se diferencia de la competencia por su sencillez, por ser único e irrepetible. Un logotipo debe responder por sí solo a la pregunta: ¿Por qué yo soy mejor que el resto?, si el logotipo destaca e impresiona se gana respeto, admiración y confianza, si un logotipo está correctamente realizado no se deberá hacer mucho esfuerzo para vender porque los clientes nos buscarán para comprarnos.

Un logo que grita status.

Debe ser coherente

El logotipo no es un ente autónomo y aislado, debe existir coherencia en toda la línea gráfica, en la publicidad, en los artículos promocionales, uniformes de los empleados, en la papelería, en los vehículos utilitarios, en las pautas publicitarias, etc., en esto ayuda enormemente un documento desconocido y ausente en la mayoría de las marcas personales y algunas marcas corporativas, el «Manual de identidad corporativa» que el diseñador profesional o agencia debe entregar al cliente como parte de la solución a sus necesidades gráficas y que asegura la correcta utilización en todas sus aplicaciones.

Coherencia en toda la línea gráfica.

Debe ser diferente

Aunque el sector donde nos desempeñemos tenga una gran presencia de competidores eso no significa que todos deban verse igual, nuestra identidad gráfica debe ser única y reconocible, cualquier parecido con la competencia puede resultar confuso para nuestro público.

Definitivamente un logotipo diferente.

No más de 3 colores o tipografías

El logotipo no debe ser un arcoiris o un catálogo tipográfico, los colores al igual que las tipografías transmiten valores y emociones, debes evitar el impulso de tratar de comunicar todo a la vez, el logotipo es una representación tuya o de tu empresa, debes conseguir que tus clientes lo recuerden y cuanto más simple sea más fácil es esto.

La máxima expresión de la simplicidad.

Conclusión

Crear un logotipo no es tan simple como se puede llegar a pensar, no se trata de usar la primera tipografía que te encuentras en PowerPoint, pintarla de color rojo y ya, detrás de un logotipo hay mucho trabajo de investigación, análisis, síntesis de información e interpretación de la misma usando metodologías creadas hace cientos de años para eso (o al menos así debería de ser).

Si crees que el buen diseño es caro, deberías mirar lo que cuesta en realidad el mal diseño.

Ralf Speth

Sergio Neri

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